
Un puñado de casas, una emblemática escuela construida con neumáticos y 180 personas que llevan décadas sabiendo que las amenazas, al final, se cumplen. Eso es Khan al-Ahmar, un hogar, sí, pero también un enclave geopolítico de gran importancia para Israel.
Ahora, tras años esperando la ejecución de la sentencia, parece que todo se acelera.
La pesadilla para la población beduina de Khan al-Aham arrancó en 1977 cuando Israel inició la construcción de Maale Adumim, un asentamiento de colonos israelíes que, junto a otros que han ido surgiendo de forma planificada con el tiempo, está dentro del plan israelí denominado E1.
Este plan contempla la construcción de miles de nuevas viviendas que permitirán conectar los asentamientos israelíes con Jerusalén, rodeándolos además por el Muro que recorre Cisjordania y que separa Israel de Palestina mediante un trazado ilegal.
De implementarse este plan, la presencia palestina en la zona se debilitaría y Jerusalén Este quedaría desconectada para siempre del resto de Cisjordania.
El derribo de Khan al-Ahmar significaría, en última instancia, la total división de Cisjordania, separando aún más a la población palestina en contra del derecho y la justicia internacional.
No solo perderían su territorio, sino también su esencia.
Verás.
Aunque la amenaza sobre Khan al-Ahmar es eterna, la presión internacional siempre ha conseguido bloquear la acción de Israel. Lo cierto es que en los últimos días, varios e influyentes abogados israelíes han exigido a Netanyahu (el primer ministro israelí) que cumpla con el plan establecido para el campamento.
La presión ha aumentado en los últimos días. La ultraderecha israelí apoyada en la sentencia del año 2018 de la Corte Suprema de Israel, exige la demolición de los hogares y la escuela. La población de Khan al-Ahmar ya ha recibido la orden INMINENTE de derribo de sus casas.
Desde UNRWA hemos lanzado una petición de firmas para exigir al Gobierno de Israel que cese en sus intentos y deje vivir en paz a la comunidad de Khan al-Ahmar. 180 personas se quedarán sin hogar si no hacemos nada.